El viernes 3 se estrenó en la sala Documenta (Lima 364), la obra "I'm Looking", de Adrián Andrada a cargo de la compañía Blick integrada por Rocío Gozalves, Sofía López Fleming, Verónica Mendieta, Luis Ramírez, Maximiliano Broggi, Facundo Domínguez. Músicos invitados: Le Hochet, Agustín Albrieu, Fernando Supertino, Agustín Chipont. Dirección de arte: Facundo Domínguez.Concepto y dirección: Adrián Andrada.
La puesta de
I'm Looking comienza en el momento mismo que el espectador entra a Documenta. Allí en la antesala del teatro propiamente dicho, suena
Crying wont't help you now, de Ben Harper, y el creador de
I'm Looking nos prepara así, para la explosión corporal y escénica que se desplegará luego en el escenario.
Adrián Andrada es claro en su presentación en el programa de mano,y dice: "Me preguntan, ¿y cuál es el concepto de la obra?. Yo respondo con firmeza....la franca instauración del cuerpo humano como esqueleto del espacio. Ahí donde se encuentra la carne, se localiza el alma".
I'm Looking se puede definir como una oda al cuerpo humano, la poética del movimiento, del dolor, de la explosión y la redención del físico, pero también del alma.
Un bailarín con un cotidiófono en la mano (es un pedazo de manguera) que mueve sin cesar, generando un sonido ambiente que inquieta al espectador, que no puede dejar de mirarlo mientras se ubica en la sala.
Más tarde, otro intérprete comienza con la génesis de un movimiento minúsculo que va cobrando fuerza y vida, hasta amplificarlo, como si se tratara de una pequeña escala musical que luego deviene en una sinfonía.
Allí los dos intérpretes muestran en miniatura la fusión de sonido y movimiento, la semilla de
I'm Looking.Lo más interesante de esta pieza es la forma calculada y estudiada de cada escena coreográfica, con una lógica conceptual tan sólida que no hay un instante en que la pieza desvaríe, o el espectador pierda su concentración. No hay lugar para tibiezas, aquí todo se plantea a matar o morir.
A esta altura de la obra, la música en vivo ya se integró naturalmente a la puesta y los bailarines, como metales en una fragua, pasan de los movimientos frenéticos a la quietud total.
Es un juego coreográfico decantado de horas de búsqueda y que revela que el Andrada, no dejó nada librado al azar, aún aquellos momentos en que parecen de pura improvisación coreográfica, una técnica que se usa en el proceso creativo, aquí están pautados.
El climax de la obra llega en el momento en que podemos darnos cuenta, en el cuerpo de los bailarines, al dolor, sufrimiento y manipulación a los que a diario sometemos nuestro propio cuerpo humano.
Es un momento fuerte, que puede llevar al espectador casi hasta las lágrimas.
El trabajo de los bailarines no tiene fisuras, sin excepción, todos lograron moverse como si se tratara de un solo cuerpo, fragmentado en seis individualidades.
I'm Looking, una obra para ver buena danza, y para reflexionar sobre la existencia humana.